Pero… ¿qué es el amor?

«Decimos que sentimos Amor por una pareja, un hijo, un padre, un nieto, un amigo, un recuerdo, un perro, un deporte, un país, una bebida, la vida, Dios, una religión, un sueño, el sexo, la ciencia, un trabajo, un partido político, la libertad, las vacaciones, un lugar, la noche, una comida, la primavera, un aroma, un hobby, un baile, una película, una melodía, un libro, nuestro cuerpo, el de otro, la naturaleza, una máquina…

Son mariposas en la panza, cosquilleo en los dedos del pie, una sensación que nos abre el pecho, una paz tremenda, un llanto de alegría, un sentimiento… ¿una ilusión?

Todos queremos sentirlo. Los jóvenes escuchan canciones que hablan de él, los ancianos lo añoran, los adultos lo tienen que alimentar, los niños lo regalan, y nunca nadie lo pudo atrapar. Porque podemos dejarnos llevar por el Amor, pero nunca seremos sus dueños. En todo caso, cuando logramos sentirlo, nos damos cuenta de que estamos ante la presencia de algo tan grande que ya no nos interesa controlarlo, porque el Amor es libre y nos libera. ¿De qué nos libera? De las cadenas de la separación, del dolor y de la soledad.

Muchas veces confundimos al amor con euforia, pasión, felicidad, placer, necesidad de protección, control, ingenuidad, irresponsabilidad. Pero el Amor es la fuerza que nos une, que nos une a todos y a todo. Y gran parte de nuestra confusión deriva de la creencia de que el amor es la fuerza que nos une sólo a lo que nos gusta, a lo que nos agrada de nosotros mismos y de los demás. Cuando la circunstancia sintoniza con nosotros, abrimos las compuertas del Amor; pero cuando no nos agrada, nos cerramos. Negamos la existencia del amor y salimos a batallar contra el enemigo, siendo nosotros los más perjudicados. Y cuando nos cerramos, nos secamos por dentro.

El doctor Andrés Flores Colombino, prestigioso sexólogo uruguayo, dijo: ‘Estar enamorado es mirar a tu pareja sólo con el ojo de las virtudes y el amor es mirar a tu pareja con los dos ojos, el de las virtudes y el de los defectos.’ Y aún así, sentir puro agradecimiento a la fuerza que los une: el amor.

Cuando una pareja rompe, no es el amor lo que terminó, sino el acuerdo de caminar juntos. Cuando una pareja no es feliz, tiene que tener la humildad de pedir ayuda. Pero ayuda verdadera, no abrumar con reacciones histéricas a los amigos o familiares, sino profundizar en el camino del autoconocimiento y tomar conciencia de que se están proyectando las frustaciones en el otro.«

Fragmentos de: Trece preguntas al amor.

Alejandro Corchs

Te comparto una historia que preparó Cornetto y ha circulado en la redes sociales. No con la finalidad de argumentar si es real o no, sino de permitirte despertar una chispa de confianza en ti y tu entorno, sobretodo con aquellos que te han corrompido hacia la desesperanza.

3 Comentarios Agrega el tuyo

  1. Javier Trejo dice:

    Felicidades. Te he nominado para un premio wordpress de bloggers. Puedes ver los detalles aquí: http://javtt11.wordpress.com/2014/06/17/8-nuevos-premios-de-bloggers-para-enero11/

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  2. ¡Me encantaa! ¡Muchas gracias por comparti el video!

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